Cine, prostitución y sexo: Cinco películas eróticas en Netflix

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Desde su creación hace más de una década, Netflix se ha convertido en una referencia dentro del mundo del entretenimiento audiovisual. Lo más sorprendente es que nació cuando los videoclubs todavía eran una gran potencia, convertido en una especie de versión online de estos. Una plataforma que te ofrecía alquilar películas para verlas cómodamente en tu salón o en tu ordenador. La explosión de Internet ya permitía tener banda ancha suficiente para este tipo de negocios, y Netflix no tardó en explotar sus mejoras. Por ejemplo, puso una suscripción para ver todo su contenido por lo mismo que costaba prácticamente ir una vez al cine. Y eso hizo que muchos usuarios se interesaran por la plataforma, que también comenzó a producir series y películas propias. Ya no había vuelta atrás: había llegado la era de las plataformas de streaming, y Netflix sería la punta de lanza de esa nueva revolución.

En apenas unos años, Netflix ha pasado de ser ridiculizada por Blockbuster, cadena que hoy ya ni existe, a ganar premios Oscar y Globos de Oro a mansalva. Una auténtica historia de éxito que además, ha traído consigo también  una nueva forma de entender el entretenimiento. Las series ahora se ven cuando no quiere, sin parrillas, sin estar atado a las decisiones de una productora o de una cadena. Además, Netflix arriesga colocando sus series, o al menos la mayoría de ellas, completas desde el primer día. Es decir, que puedes ver todos los capítulos seguidos, si te apetece, en lugar de tener que esperar semanas y semanas para ver la conclusión final. Y no solo se trata de las series, sino también de las  películas, algunas tan importantes como Roma o El Irlandés, producidas por auténticos popes del séptimo arte. Estos directos encuentran mucha mayor libertad en Netflix que en las productoras habituales, así que no suelen desdeñar las ofertas de la gran N Roja. Lo mejor de todo es que el catálogo de la plataforma es sencillamente inabarcable, con cientos de series y películas para todos los gustos. Las hay de todos los géneros, incluyendo, por supuesto, las películas eróticas que también destacan entre toda esa producción.

Homesick

Empezamos con un plato fuerte, una película llena de erotismo y sensualidad que viene firmada por Anne Sewitsky. Homesick nos cuenta la historia de una chica joven que conoce por primera vez a su hermano, después de vivir con una familia totalmente desestructurada. Al no haber conocido nunca los límites del afecto fraternal, algo especial surge entre ellos. Algo que pronto se desvelará mucho más que un simple aprecio familiar… La película no duda en mostrarnos escenas muy intensas de cama, protagonizadas por los dos hermanos. No busca tanto provocar como permitirnos a los espectadores pensar en dónde está la barrera, dónde está el límite entre el afecto fraternal y lo que pueda haber más allá.

365 días

Muy comentada en su día, esta producción italo-polaca supuso uno de los éxitos más improbables de Netflix. Y es que casi nadie esperaba que una pequeña película erótica a lo 50 Sombras de Grey fuera a llamar tanto la atención. Basada en una saga de novelas eróticas muy  popular en Polonia, el filme nos muestra el secuestro de una joven por parte de un capo de la mafia. Como era de esperar, la chica sucumbe a los brutos encantos del mafioso, y parece llevar lo del Síndrome de Estocolmo a un nuevo nivel. La película fue duramente criticada por mostrar una relación totalmente tóxica, pero es cierto que llamó mucho la atención para aquellos que buscaban un buen thriller erótico a la antigua usanza. Las escenas de sexo son tan intensas que parecen absolutamente reales, así que un punto más para verla.

Joven y Alocada

Tener diecisiete años y empezar a despertar sexualmente con alguien de tu mismo género no es fácil. Y pocas veces algo así se ha mostrado de una manera tan veraz y descarnada como en Joven y Alocada. Este es el aporte del cine chileno al catálogo erótico de Netflix, una película dirigida de manera soberbia por Marialy Rivas, y que cuenta con interpretaciones increíbles y muy complejas. La protagonista tiene escenas lésbicas muy intensas, poco antes del boom de La Vida de Adele, marcando ya el camino de la aceptación total para el cine lésbico. Joven y Alocada es una coming of age llena de sensualidad y morbo que se disfruta en muchos sentidos, un acierto indiscutible para una de esas noches juguetonas en pareja. Y también la muestra perfecta de que nuestro país no tiene nada que envidiar a la industria de ninguna otra nación a la hora de hacer este tipo de producciones.

White Girl

Los dramas eróticos han sido una constante en los últimos años, y White Girl puede ser uno de los más crudos y duros que encontremos en el catálogo de Netflix. La historia nos lleva a conocer a Leah, una joven universitaria que intenta disfrutar de la vida a tope en Nueva York. Sexo, drogas y todo lo que la lleve a vivir aventuras especiales cada noche. Hasta que toda esa espiral de diversión se le va de las manos y la cosa empieza a ponerse realmente sórdida. Morgan Saylor protagoniza este valiente filme dirigido por Elisabeth Wood, que tiene tanto de erótico como de estremecedor. Escenas tremendamente explícitas que se combinan con otras muy duras de ver, para crear un cóctel verdaderamente explosivo e irresistible para el espectador.

Kiki: el amor se hace

Por último, hemos querido destacar también una sorprendente comedia erótica que nos llega desde España. Se trata de Kiki: el amor se hace, una producción coral que reúne diferentes historias entrecruzadas, todas con el componente sexual en el centro. Desde una mujer madura que intenta recobrar la pasión con su marido, más interesado en las jovencitas, hasta una chica desinhibida que se da cuenta de que sus vecinos la miran demasiado. La película está dirigida y protagonizada por el actor Paco León, y cuenta en su reparto con caras tan conocidas como Belén Cuesta, Manila en La Casa de Papel, Natalia de Molina o Candela Peña, habitual de este tipo de filmes. Una comedia irreverente que por momentos también recuerda a Berlanga, maestro del cine español, y en otros nos muestra una parte mucho más sexy. Algo menos explícita que las anteriores, pero igualmente disfrutable.

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